| ID | #1556090761 |
| Añadido | Mié, 24/04/2019 |
| Autor | July N. |
| Fuentes | UFO Roundup Vol. 6 # 19
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| Fenómenos | |
| Estado | Estudio
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Datos iniciales
Carlos y anita jiménez acaba de regresar a casa desde la tienda de claro y soleado domingo por la tarde. Carlos abrió la puerta y trajo sus productos en la cocina. Anita escuchó ruido en la parte de arriba. Se fue al pie de la escalera en el patio, para volver a escuchar y escuchar los sonidos que recuerdan a pasos suaves. Ambos, con carlos a la cabeza, han ido hacia arriba, para comprobar. Habían pasado los tres dormitorios, y no había señales de los extraños. Cuando pasaban por delante de su dormitorio, el de Anita tenía la fuerte sensación de que alguien estaba allí. Ella agarró a su marido por el brazo, y ambos esperaron casi un minuto. Luego oyeron tranquilos pasos en el dormitorio. Juntos se apresuraron a través de la puerta abierta.
Se detuvieron más de una sorpresa. En el otro lado de la cama había una mujer joven y bella. Primero se veía потрясенной y, a continuación, su expresión era una mezcla de frustración y confusión. Anita describió al atacante de aproximadamente 5 pies y 6 pulgadas de alto y esbelto, con el dorado de la canela y la abundante masa rizado y ondulado, de castaños cabellos. Tenía pendientes de oro-el anillo y las sandalias. Llevaba poca ropa. Anita describió como "verde francés traje de baño de aguacate" y el bolero chaqueta del mismo color con mangas hasta el codo. El atacante en el brazo izquierdo era algo similar a un blanco de plástico.
Ambos le preguntaron a la niña, quién era y a qué se dedica en su casa.
El atacante miraba mucho tiempo en ellos, y luego respondió en español: "Me llamo Джелу, no soy de por aquí".
Ella levantó el brazo izquierdo. La pareja jiménez visto brillantes multicolores luces de toda su longitud. La mujer empezó a hacer clic en ellos, como en una máquina de escribir. Al instante entre ellos y el atacante apareció el muro de fina rojo de la niebla. No prestar atención a los gritos de asombro de los testigos, "Джелу" dio la vuelta y miró a штукатурную pared detrás de la cama. Volvió a golpear la bronca пластиковому la muñeca. Carlos bordeó la cama en un intento de impedir. Pero cuando sus dedos соприкоснулись con la niebla, él gritó y se tiró en la alfombra. Anita se fue a llamar a su marido. Puro y sin aliento, carlos apretaba su afectada de la mano. Sus dedos estaban cubiertos de pequeñas ampollas rojas.
De repente en la pared apareció un círculo de luz dorada, y por otro lado la mano de la linterna. El círculo de la luz rápidamente creció hasta alcanzar el suelo y el techo. La luz era suave y recordó a "el aceite flotante en el agua". El atacante ha salido a la luz y desapareció. Niebla roja también ha desaparecido.
Cuando anita abrió las persianas de celosía de la construcción, se sorprendió ver a un atacante a pocos metros abajo de la calle que lleva al norte, a la iglesia de La Compañía. Perplejo anita di cuenta de que la mujer se ha ido sólo 20 segundos atrás, y si no fuera por su alto los cabellos de color castaño, ella nunca lo vio, ya que el atacante ahora llevaba el típico ropa.
Ambos cónyuges se trató de perseguir a una extraña mujer, pero se observó que ella окликнула local de taxis y desapareció de la vista. La policía fue notificada de la incidente.
Traducido del servicio de «Yandex.Traductor»
Noticias originales
Carlos & Anita Jimenez had just returned home from shopping on a clear sunny Sunday afternoon. Carlos unlocked the outside door and both carried their groceries into the kitchen, and while they were stocking the cupboards, Anita heard a noise upstairs. She went to the foot of the courtyard stairs to listen again and sounds resembling soft footsteps. Both, with Carlos in the lead, went upstairs to check. They examined all three bedrooms on the floor and there was no sign of any intruders. As they walked past their own bedroom, Anita had a strong feeling that someone was in there. She grabbed her husband’s arm and both waited for almost a minute. And then they heard the soft footsteps inside the bedroom. Together they rushed through the open doorway.
They stopped short, gaping in astonishment. Standing on the other side of the bed was a beautiful young woman. She looked shocked at first, and then her expression was a blend of frustration and dismay. Anita described the intruder as about 5-feet six inches tall and slender, with a honey gold tan and an exuberant mass of curling and wavy auburn hair. She had golden hoop earrings and sandals to match. And she wore skimpy attire. Anita described it as an “avocado green French swimsuit” and a bolero jacket of the same color with elbow-length sleeves. The intruder had what looked like a white plastic cast on her left forearm. Surprise both asked the intruder who she was and what was she doing in their house.
The intruder looked at them for a long moment, and then relied in halting Spanish, “My name if Jelu, I am not from here.” The she lifted her left forearm. The Jimenez couple saw twinkling multicolored lights along its length. The woman began tapping it as if were a typewriter. Instantly a wall of fine red mist appeared between them and the intruder. Ignoring the witnesses shouts of surprise, “Jelu” turned and faced the stucco wall behind the bed. She began tapping her thick plastic wrist device again. Carlos rounded the bed in an attempt to detain her. But as his fingers made contact with the mist, he let out a scream and tumbled to the carpet. Anita rushed to her husband’s side. White faced and gasping, Carlos tenderly cradled his stricken hand. His fingers and thumb were covered with small red blisters.
Suddenly a circle of golden light appeared on the wall, as it there was a hand held flashlight on the other side. The light circle swiftly grew until it reached from the floor to the ceiling. The light was soft and resembled “oil floating on water.” The intruder stepped into the light and vanished. The red mist disappeared as well. As Anita pushed open the latticework shutters, she was surprise to see the intruder meters down the street, heading north towards La Compania church. In disbelief Anita realized that the woman had only left 20 seconds ago, and if not for her towering auburn style hair, she never would have seen her, for the intruder was now wearing typical Andeanclothes. Both attempted to chase the strange woman but she was seen to hail a local cab and disappear from sight. The police was notified of the incident.
Hipótesis
Investigación
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