| ID | #1568994743 |
| Añadido | Vie, 20/09/2019 |
| Autor | July N. |
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| Fenómenos | |
| Estado | Estudio
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Datos iniciales
Es de las 10:00 de la mañana, el 23 de noviembre de 1963, frío, pero brillante y soleado por la mañana. Estamos con robert iban a la escuela, como cada día, para encontrar una escuela cerrada. Allí estaba el maestro, que nos informó de que hoy no habrá clases en honor del presidente kennedy, quien fue asesinado el día anterior. Robert propuso que llegamos a su casa, para encontrar algo que hacer.
En ese momento vivíamos temporal de la construcción en la localidad de 80 millas al sur de la bahía de james (norte de ontario, a orillas del río Маттагами. En el río se construyeron tres de la presa de la central hidroeléctrica, y nuestros padres trabajaron en este proyecto. Eran los caminos de una presa a otra para el transporte de personas y materiales, y no hay carreteras en el mundo exterior. Todo fue entregado en tren desde la ciudad de Капускасинг , a 60 millas al sur de nosotros.
Llegamos al lugar de la de robert, y se sentaron en la parte posterior del escalón, que salía hacia el oeste. Robert decidió ir a tomar su guitarra, en la que su hermano mayor le enseñó a jugar. Hasta que nos sentamos allí con robert, yo miraba hacia arriba y a través de la carretera. Por robert era el camino de tierra con un carril de circulación, con un ancho de aproximadamente 15 pies. Luego había un foso alrededor de la misma anchura y, a continuación, la amplia carretera con dos carriles para el transporte de la maquinaria, llamado smokey falls road. Su anchura era de unos 60 pies, y por otro lado la otra ranura de la anchura de 15 pies y, a continuación, 100 metros antes de la línea de árboles. Los árboles de allí pequeños, formados por finas de los pinos en huertos, y entre verdes de musgo y тундрой. Del lugar en donde estábamos sentados, hasta la primera de la arboleda de árboles frente a nosotros, sería de 70 a 75 yardas (68,5 m).
Yo nunca había oído hablar y no se da cuenta de su llegada, pero allí él simplemente estaba allí, a unos 10 pies más alto que el más alto árbol en la primera arboleda. He empujado por robert el codo y la punta. Simplemente nos sentamos en silencio, observando cómo él nos miraba. Él era enorme, su diámetro era de la mitad de la distancia de nosotros hasta la línea de árboles, alrededor de 30 yardas (27,4 m). De arriba a abajo en el centro de tamaño fue a menos y, tal vez, más que la altura de los árboles, 6 o 7 yardas (5,4 o 6 m) de espesor. Parece que ha sido construido a partir de la escasa aluminio y tenía forma de platillo, excepto por el hecho de que la parte superior e inferior de la mitad no se unían un borde afilado. A lo largo de todo el centro era como en las ventanas oscuras, de 6 pies (182 cm) de altura. Mientras estamos con robert visto, la nave se inclinó más cerca de nosotros, y la parte posterior del plato hacia arriba. Resultó que el que estaba en el interior, trató de mejor en nosotros echar un vistazo. Se ha vuelto a su posición inicial y luego, lentamente, дрейфовало al oeste y detrás de los árboles. El tiempo total de observación era, probablemente, de un minuto, aunque en su momento se parecía más.
Este fue el último que hemos visto en el platillo. La construcción continuó las 24 horas del día, los 7 días de la semana. A través de dos o tres noches después de la reunión con robert, mi padre de la casa sonó. Recuerdo que estaba tan enojado que él agarró las llaves del camión de la compañía y salió.Los constructores necesita la luz para trabajar, cuando el sol se pone, y el papa eran los electricistas que trabajan en motores diesel de iluminación de las instalaciones. Tres electricista sólo que se han ido y se han negado a volver, afirmando que su atacó un platillo volante. Uno de los electricistas afirmaba que arrojó el martillo en el "platillo", y, según él, se golpeó.
El papa puso en contacto por radio con el otro equipo, pero tuvo que detenerse a menudo, porque uno de ellos estaba muy enfermo. A la mañana siguiente el paciente ha ido a la clínica y el médico y las enfermeras realizaron una crema, y luego vendó su de arriba a abajo, para calmar y cubrir sus recocido ampolla. La gente se quebraban la cabeza sobre cómo se puede obtener una fuerte insolación, siendo totalmente vestido, trabajando en el turno de noche.
Traducido del servicio de «Yandex.Traductor»
Noticias originales
It was 10:00 a.m., November 23, 1963, a cold but bright and sunny morning. Robert and I had walked to school, as we did everyday to find the school closed. A teacher was there and informed us that there would be no classes today in honor of President Kennedy, who had been assassinated the previous day. Robert suggested that we walk over to his house to find something to do.
At the time we were living in a temporary construction community 80 miles south of James Bay, Northern Ontarioon the Mattagami River. Three hydroelectric power dams were being built on the river and our fathers were working on the project. There were roads from one dam to the next for hauling men and material and no roads to the outside world. Everything was delivered by train from the town of Kapuskasing, 60 miles south of us.
We arrived at Robert’s place and sat on the back step, which faced west. Robert decided to go in and get his guitar that his older brother had been teaching him to play. As we sat there with Robert strumming away I looked up and across the road. There was a single lane dirt road behind Robert’s place about 15 feet wide. Next was a ditch about the same width and after that a wide, two lane road for hauling equipment referred to as the Smokey Falls Road. It was about 60 feet wide and on the opposite side of that, another 15 foot wide ditch and then 100 feet to the tree line. The trees are small up there consisting of thin, wispy pines in groves and between the groves, moss and tundra. From where we sat, to the first grove of trees opposite to us would be 70 to 75 yards.
I never heard or noticed it arriving, but there it was just sitting there, about 10 feet higher than the tallest tree in the first grove, which would put it 30 feet off the ground. I jabbed Robert with my elbow and pointed. We just sat there in silence watching it, as it was watching us. It was huge, with the diameter being half the distance from us to the tree line, so about 30 yards. From top to bottom at the center the dimension was at least and maybe greater than the height of the trees, 6 or 7 yards in thickness. It appeared to be constructed of dull aluminum and was shaped like a saucer with the exception that the top and bottom halves did not join in a sharp edge. All the way around the center it looked like dark windows, 6 feet tall. As Robert and I watched, the craft tilted with the closest side to us down and the rear of the saucer up. It appeared that whoever was inside was trying to get a better look at us. It shifted back down to its original position and then drifted at low speed to the west and behind the trees. The total observation time was probably one minute, although it seemed longer at the time.
That was the last we saw of the saucer, but not the last of the saucer. The construction project went on 24 hours per day, 7 days per week and two or three nights after the encounter Robert and I had, my father received a phone call at home. I recall him being so angry as he grabbed the keys for the company truck and headed out. Construction workers need light to work by when the sun goes down and Dad had electricians running the diesel powered lighting plants. Three electricians had just walked off the job and refused to return claiming that they had come under attack by a low flying saucer. One of the electricians claimed to have thrown a hammer at the saucer as it took a low pass at him and according to him, he hit it.
Dad radioed for another crew to take over the position and was driving the electricians back to the construction camp but had to stop often as one of the fellows was violently sick. The next morning the sick fellow went to the clinic and the doctor and nurses applied cream and then bandaged him top to bottom to sooth and cover his burned, blistered skin. It was the talk of the town for awhile as folks puzzled over getting that bad of sunburn while fully clothed, working the night shift.
There was no blinking, flashing light in some corner of a dark sky. This was a saucer, up close and personal. On the few occasions that I’ve discussed it with others over the last 40 plus years and I’ve offered this example. Let’s say it’s a very clear, very bright day and you look across the street to see a school bus parked 75 yards away. More than likely, you could very accurately describe it.
Hipótesis
Investigación
Currículum
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