| ID | #1600183585 |
| Añadido | Mar, 15/09/2020 |
| Autor | July N. |
| Fuentes | |
| Fenómenos | |
| Estado | Estudio
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Datos iniciales
Su historia comienza con una visita al Royal Children's hospital en Melbourne, donde su hijo fue llevado después de un accidente escolar cuando un armario cayó sobre él y le rompió la pierna. Fue trasladado al hospital por el Servicio de ambulancia del helicóptero "ángel de la misericordia".
El 5 de julio de 1972, mientras conducía a casa después de visitar a un niño, entró en la casa de su madre para tomar una taza de té y charlar, y se fue alrededor de las 9:15 pm, tomando la carretera Muraduk de Frankston.
Esta vez vio una luz azul rebotando en el auto y pensó que era un helicóptero volando sobre su cabeza y tal vez estaba tratando de transmitirle un mensaje, aunque, como pudieron identificar su auto en la oscuridad, no se le ocurrió, así que pensó que sería mejor que se detuviera y viera lo que querían.
Un objeto grande y redondo, similar a dos platillos juntos, uno de los cuales está invertido. Estimó que la instalación tenía dos postes telefónicos de altura y abarcaba una franja de 24 pies (7,2 m) de ancho, así como una "franja natural" a ambos lados de la carretera, lo que resultó en un "platillo" de aproximadamente 100 pies (30,4 m) de ancho.
Al salir del auto, se apoyó contra ella, miró el objeto durante mucho tiempo y se preguntó qué estaba viendo. La superficie del objeto era Lisa, sin juntas, soldaduras, costuras o remaches, sin puertas, ventanas, ojos de buey y ruedas. El enorme objeto emitía alrededor de una luz azul brillante , un resplandor intenso, sin movimiento, sin balanceo ni rotación, pero se podía escuchar un zumbido débil.
Ella debe haber notado todo esto, preguntándose qué tipo de avión era y antes de que el miedo se apoderara. En ese momento, se subió rápidamente a su automóvil y se fue lo más rápido que pudo, solo para descubrir que el objeto mantenía su posición justo encima y detrás del automóvil. No importa qué tan rápido se moviera, el objeto parecía permanecer a la misma distancia.
Al darse cuenta de que la luz azul ya no estaba con ella y ver una luz muy brillante dispersándose en la dirección opuesta, La Sra. ¡La persiguió unas ocho millas (12,8 km)!
La testigo informó su aparición a la policía en Droman, algunos miembros de la familia, así como algunos amigos que consideraron todo como una broma, por lo que decidió no hablar más sobre esto hasta aproximadamente tres semanas después.
Luego, el martes 25 de julio de 1972, después de volver a visitar a su hijo, siguió una rutina similar: de camino a casa tomó una taza de té con su madre y se fue casi a la misma hora, alrededor de las 9:15 pm.
Maureen llegó a Murruduk Road, conduciendo un poco más de una milla cuando una luz azul volvió a aparecer sobre su auto.
"¡Oh no! ¡Otra vez no!", pensó. - "Esta vez no voy a parar".
Ella agarró el volante con más fuerza y puso el pie en el Suelo, pero el auto simplemente se detuvo al costado de la carretera. Haga lo que haga, la máquina no responde a sus demandas.
Ella se preguntaba: "¿a Dónde voy ahora?".
Horrorizada, agarró el volante y miró hacia el parabrisas para ver un objeto que colgaba silenciosamente en el aire sobre su automóvil, con el campo inundado de luz azul.
Luego, la voz comenzó a hablar con ella, pero no en voz alta, sino en su cabeza, como si las palabras hubieran sido introducidas en una computadora y salieran con la voz más bellamente modulada y el Inglés perfecto que haya escuchado. Durante este tiempo, ella experimentó la sensación más inusual. Ella dijo que "si pudieras estar en el vacío", entonces ella estaba ... completamente tranquila e inmóvil.
El mensaje fue:
"No temas... no queremos hacerte daño ... tus análisis serán negativos ... dile a los medios (pausa más larga) que ahora tienes el control".
En ese momento, el auto volvió a arrancar como si hubiera girado la llave. Se sentó allí por un par de segundos y luego se fue lo más rápido que pudo.
Se detuvo en la misma estación de policía solo para encontrarlo cerrado, y luego pasó a la siguiente, aún regresando a casa.
Ella le dijo al oficial:
"Quiero informar sobre la aparición de un platillo volador", "Oh sí, señora", siguió la respuesta. Ella insistió en el miedo y la frustración, por lo que el policía se entregó a ella y ella lo grabó.
A la mañana siguiente, llamó a la estación de la RAAF en Laverton para preguntar si podían dar alguna explicación de lo que había visto, a lo que respondieron que "no podía ser un avión o un globo, ya que ninguno de los dos estaba en el área en ese momento, pero no dicen nada, puede causar pánico". Le enviaron un cuestionario para completar, pero ella no se molestó en devolverlo.
Naturalmente, le preguntamos a Maureen sobre su experiencia conduciendo en un automóvil. ¿Qué significan los mensajes? Ella dijo que no le hicieron ningún análisis reciente, pero hace unos seis meses, algunos de ellos resultaron negativos. Fue inútil decirle que no tuviera miedo, ¡estaba aterrorizada!
En cuanto a los medios: llamó a tres de los cuatro canales de televisión. Uno estaba ligeramente interesado, ya que se mostraban los "Carros de los dioses". Los dos prestaron atención a sus noticias, por lo que no se involucró con el Cuarto. Escuché a través de un programa de Radio comentarios que ella se puso en contacto desesperada porque una voz de OVNI dijo que se pusiera en contacto con los medios de comunicación, ¡y ella no quería volver a verlos!!
En este punto, en realidad no me reuní con Maureen, solo hablé con ella por Teléfono, durante una hora, pero cuando la invité a actuar en una de nuestras reuniones en El teatro nacional, ella estuvo de acuerdo. ¡La sala estaba llena, incluso la gente en el vestíbulo escuchaba a través del sistema de altavoces y estaba absolutamente fascinada!
La noche que hice las preguntas, la señora Paddy realmente "se hizo esperar". "¿Pensó que lo que vio fue un fenómeno psíquico?""¿Tuvo quemaduras o secuelas?"A todas estas preguntas, ella respondió Que no.
"¿Pensó que había más testigos?"
Pensó que tenía que haber al menos uno porque al acercarse al paso a nivel vio a un hombre con una antorcha conduciendo una vaca por una de las carreteras laterales. Claro, el OVNI tuvo que pasar muy cerca de él, pero tuvo que volar en la misma dirección. Más tarde fue contactada por la esposa del hombre, así como por una señora que vivía en una cresta, cerca de la carretera, ¡ambos vieron la luz!
La tercera experiencia, que fue puramente mental, ocurrió aproximadamente seis meses después.
Un miércoles, recibí una llamada de una muy emocionada Maureen Paddy que dijo que estaba tratando de contactar a VUFORS.
Su historia dice:
Durante varios días, escuchó una voz que le pedía que "volviera al lugar de reunión". Creyendo que había escuchado a alguien llamarle por su nombre en la puerta principal, fue a abrirla y su esposo, que estaba en silla de ruedas, le preguntó quién era, ¡pero no había nadie allí!
Cuando fue de compras, escuchó:
"Maureen, Maureen, vuelve al punto de encuentro"
Miré a mi alrededor y descubrí que no había nadie cerca. Sintió que tenía que ir al lugar de reunión, pero estaba demasiado asustada para ir sola, así que le dije que Paul Norman y Yo estaríamos en contacto cuando ella quisiera. Después de convencerla ligeramente, aceptó viajar el miércoles por la noche.
Paul repostó su auto mientras preparaba una bebida caliente y un poco de cena porque no sabíamos si nos sentaríamos la mayor parte de la noche y necesitaríamos un poco de "combustible" para calentarnos, incluso si era verano.
No tenía que tener tanto miedo porque los Ovnis nos dieron una noche.
Llamé a Maureen y describí el auto de Paul y le dije dónde nos reuniríamos con ella, frente a la subestación donde se ensancha la carretera, alrededor de las 20:30 a las 21:00. Llegamos temprano y aún no estaba oscuro, así que pudimos ver el vagón Holden de Maureen cuando llegó. Salió del auto y corrió hacia nosotros, diciendo que casi "se salió de la carretera". Le sugerí que me lo contara mientras conducíamos hacia el punto de encuentro.
Antes de continuar, tal vez debería agregar que cuando me subí a su auto tuve la extraña sensación de que algo estaba mal, experimenté una sensación de hormigueo (como una descarga eléctrica leve) que pasó bastante rápido.
Luego, Maureen me dijo que había una entidad en el centro del asiento delantero, entre el lugar donde estábamos sentados, completamente vestida con un traje de lámina de oro. Cuando se volvió para mirar en su dirección, estaba tan sorprendida que casi se salió de la carretera. Era bastante obvio que estaba sorprendida por el viaje lleno de acontecimientos ...
En ese momento, habíamos llegado al punto de encuentro, que estaba algo oculto del transporte que pasaba por varios árboles. Nos detuvimos y Paul se sentó en el asiento trasero de la camioneta y yo me quedé al frente con Maureen.
Estábamos hablando del último incidente en la carretera, cuando de repente ella agarró mi mano y señaló a través de su auto, exclamando: "¡Aquí está! ¿No lo ves? "- y ella me sacudió la mano, hablando.
Traté de explicarle que era como una televisión cerrada, de él a ella.
Ella dijo que se estaba acercando al auto, de hecho, tan cerca que si alcanzaba la mano, podría tocarlo. Ahora estaba casi parado junto al faro delantero, así que le pedí a Paul que moviera el auto un poco. Cuando se acercó a donde estaba la entidad, la entidad retrocedió, permitiendo que el Piso pasara entre él y la máquina.
En ese momento, la entidad hizo un llamamiento a Maureen para que lo siguiera, pero ella declaró categóricamente que no iría. Le dije que iría con ella e intenté soltarla suavemente a través de la puerta del auto, pero ella se aferró al volante y no se movió del lugar.
Luego, la entidad se impacientó cuando no lo siguió y se molestó un poco.
Aparentemente desapareció detrás de los arbustos, y de repente comenzó a describir el interior del OVNI.
Ella nos dijo que había una entidad allí, señalando un gran objeto similar a un" hongo " en el centro de una gran sala redonda. El objeto central, que estaba por encima de la persona promedio, era un poco como gelatina, moviéndose todo el tiempo. En la parte inferior había líneas similares a las líneas de números romanos. Había líneas en la parte superior del "hongo" y todo parecía estar Unido al piso.
Obviamente, ella estaba mirando alrededor de la habitación y en ese momento estaba muy emocionada, gritando:
"¡No puedo salir! No hay puertas ni ventanas. ¡No puedo salir!"
La abracé por los hombros, tratando de calmarla, y sentí lágrimas en mi brazo. Estaba muy molesta, y cuando me imaginé claramente lo que Maureen estaba describiendo, decidí dirigir mis pensamientos hacia la esencia. No hay nada que perder y tal vez obtener algo, ya que estaba muy preocupada por la condición de Maureen, sentí que podría haber tenido un ataque de nervios o incluso un derrame cerebral.
Le pedí en silencio que se compadeciera de la pobre chica, y de repente ella dijo: "él quiere que cierre los ojos". Le respondí que tenía que hacerlo y casi de inmediato la sentí relajada como en un trance.
Ella comenzó a describir el interior del objeto nuevamente y se preocupó nuevamente cuando no vio una salida. Después de un tiempo, ella "volvió a nosotros" y encendimos las luces interiores del automóvil y le preguntamos si querría tomar una taza de té de un termo.
Acabo de darle a Maureen su taza cuando dijo: "Oh, estoy allí otra vez" y repitió la descripción, pero esta vez con más calma antes de declarar: "se ha ido. Esta vez, realmente se ha ido. Puedo decirlo. Es un sentimiento diferente".
Ahora parecía bastante normal, así que continuamos cenando, discutiendo el "hongo" y tratando de identificarlo.
Pregunté si podría haber sido un giroscopio, pero Maureen obviamente no conocía el término, por lo que se sugirió "brújula". Tomó un pequeño aparato del tablero de su automóvil y, para mi sorpresa, eso era exactamente lo que asumí de su descripción de "hongo". Una pequeña brújula en una ventosa. No he visto uno antes ni después.
No nos atrevimos a dejarla ir sola a casa, y ella no lo quería, en el caso de la visita de vuelta de nuestro "amigo" o los nervios de su parte. Conduje con ella en su auto y Paul la siguió. Creo que fue entre las 10:30 P. m.y las 11 P. m. cuando llegamos a su casa, que estaba bastante lejos. No prestaron mucha atención por un tiempo, pero ya era bastante tarde.
Algunos pensamientos sobre el tercer incidente de Paddy del autor del artículo:
1. ¿Podría también comunicarme con la entidad? ¿Realmente entendió mis pensamientos sobre su estado excitado? Si es así, ¿qué pensamientos pueden obtener en situaciones más importantes y "delicadas" que esta en particular?
2. ¿Alguna vez has visto el trabajo de un hipnotizador "hilarante"? "Cuando chasquee los dedos, entrarás en un trance más profundo", etc. fue la segunda reunión (25 de julio de 1972) sobre la que Maureen declaró que mientras estaba sentada en su auto, poco antes de que la voz le hablara, " ¿qué pasaría si pudieras estar en el vacío, entonces estaría en uno?" No había sonido, nada se movía, todo estaba tranquilo y tranquilo, luego la voz transmitió el mensaje. ¿Fue este tercer incidente debido al" chasquido de los dedos " cuando la llamaron a actuar? Si es así, ¿a cuántas personas pueden hipnotizar, tal vez incluso en un sueño, para que respondamos cuando "ellos" quieren, cuando "chasquean" los dedos? Encuentro este pensamiento muy aleccionador.
Noticias originales
Mrs. Puddy beside her car where it stopped on July 25th.
Artist’s impression of the first encounter. Top (credit: Brookesmith)
These encounters occurred in 1972, but were never written up in our publications until the 1983 “Review”. Maureen addressed one of our quarterly meetings in 1995 and was attentively accepted. It has been said by some ‘researchers’, who have never even met her, that her case was an ‘abduction’, but to Paul Norman and myself with whom she spoke at length, it would have been more like a form of mind control or hypnosis. Maureen had three odd experiences, all in 1972 and documented faithfully by VUFORS, but unfortunately not always by others.
Her story starts with a visit to the Royal Children’s’ Hospital in Melbourne, where her son had been taken after an accident at school when a cupboard had fallen on him and broken his leg. He had been taken to the hospital by the “Angel of Mercy” Helicopter Air Ambulance Service.
While driving home from a visit to the boy on the 5th July, 1972, she called in at her mother’s home for a cup of tea and a chat, leaving there at about 9.15 p.m., taking the shortcut along the Mooraduc Road from Frankston.
On this occasion, she saw a blue light reflected down over the car and thought it was the helicopter flying overhead, and may be trying to get a message to her, although how they could tell her car in the dark had not occurred to her, so thought she had better stop and see what they wanted. She had not bargained on what confronted her. A large circular object, like two saucers placed together, with one upside down – the usual “saucer” shape. The object was possibly, in her estimating, two telephone poles high, and would have spanned the strip of road 24 feet wide, also taking in the ‘nature strip’ on either side of the road, making the ‘saucer’ approximately 100 feet across.
Having already alighted from the car, she leaned back against it, took a long look at the object and wondered what it was she was seeing. The object’s surface was smooth with no joins, welds, seams or rivets, no doors, windows or portholes and no wheels. The huge object was radiating a brilliant blue light all around – an intense glow – there was no movement, no wobbling or rotating, but a faint humming could be heard.
She must have noted all these things while wondering what sort of aircraft it was and before fear took over; at which time she quickly got back into her car and drove off as fast as she could, only to find the object was maintaining its position just above and behind the car. No matter how fast she travelled, the object seemed to remain at the same distance.
Aware that the blue light was no longer with her, and seeing a very bright light streaking off in the opposite direction, Mrs. Puddy realised the chase must be over. It had followed her for about eight miles!
The witness reported her sighting to the Police at Dromana, some family members and also some friends, who considered it all a bit of a joke, so she decided to say no more about it…………. until about three weeks later.
Then on Tuesday 25th July, 1972, after having visited her son again, she followed a similar routine, a ‘cuppa’ with her mother enroute home, and left at almost the same time, about 9.15 p.m.
Maureen arrived at the Moorooduc Road, travelled on a short distance of about one mile, when the blue light appeared over her car once more. “Oh no! Not again!” she thought. “This time I’m not going to stop”. She grabbed the steering wheel more determinedly and put her foot flat to the floor, but the car just drifted to a stop on the side of the road. No matter what she did the Holden would not reply to her demands. She was wondering “where do I go from here”. Terrified, she gripped the wheel and looked out the windscreen to see the object hanging silently in the air above her car, the countryside bathed in blue light. Then a voice spoke to her, not audibly but in her head she said, as if words had been put into a computer and come out in the most beautifully modulated voice and perfect English she had ever heard. During this time she experienced a most unusual sensation. She said that ‘if you could be in a vacuum’ then she had been – Perfectly silent and still.
The message was: –
“Don’t be afraid … we mean you no harm…..your tests will be negative … tell the Media (longer pause) you are now in control”.
At that moment the car started up again as if she had turned the key. She sat there for a moment or two, then drove off as fast as she could.
She stopped at the same police station only to find it closed, then went to the next, still on her way home. She told the officer, “I want to make a report of a sighting of a flying saucer”, “Oh yes, Madam”, came the reply. She insisted, in fear and frustration, so the policeman humoured her and she had it recorded.
Next morning she ‘phoned Laverton R.A.A.F. Station to ask if they could offer any explanation of what she had seen, to which they replied that it could not have been an aircraft or balloon as neither would have been in the area at the time; but don’t say anything as it could cause panic. They would send her a questionnaire to complete, but when later asked about this told me, “you’d have to be an astronaut to understand it”, and I believe she did not bother to return it.
Naturally, we questioned Maureen regarding her experience in the car. What did the messages mean? She said she had not had any recent tests done, but some about six months ago proved negative. There was no use telling her not to be afraid, she was terrified! As for telling the media: she ‘phoned three of the four T.V. stations. One was mildly interested since they were showing “Chariots of the Gods”. Two made light of her news, so she did not bother to contact the fourth. I heard through a radio talk-back program, which in desperation, she had contacted, because the UFO-nauts had said to contact the media and she did not want to see them again!!
At this stage I had not actually met Maureen, only spoken to her on the phone – for one hour – but when I invited her to address one of our meetings at the National Mutual Theatrette, she agreed, and kept the full-house spell-bound for about two hours. The hall was crowded, there were even people in the lobby listening through the speaker system – thoroughly fascinated!
During the question period that night, Mrs. Puddy was really ‘put through her paces’. “Did she think what she saw was a psychic phenomenon?” “Did she suffer any burns or after effects?” To both these questions she answered “No”. “Did she think there were any other witnesses?” She thought there must have been one at least, because as she was approaching a railway crossing, she saw a man with a torch, leading a cow up one of the side roads. Surely the UFO must have passed very close to him, but would have been going in the same direction. Later the man’s wife contacted her and also a lady living on a ridge, not far from the highway, – both had seen the light!
The third experience, which was purely psychic, occurred about six months later.
One Wednesday, I received a ‘phone call from a rather agitated Maureen Puddy, who said she had been trying contact VUFORS. Her story goes:
For some days she had been hearing a voice calling to her to “return to the meeting place”. Believing she heard someone calling her name at the front door, she went to open it and her husband, who was an invalid in a wheel-chair, asked who it was, but there was no-one there! When she went shopping, she heard “Maureen, Maureen, return to the meeting place”, and she looked around to find there was no one near. She felt she had to go to the meeting place but she was too scared to go alone, so I told her that Paul Norman and I would be available when she wished to go. With very little gentle persuasion she agreed to go that Wednesday evening.
Paul fuelled his car while I prepared a hot drink and some supper, for we didn’t know whether or not we would be just sitting for most of the night and we would require some ‘fuel’ to keep us warm even though it was supposed to be summer.
I need not have been so apprehensive because the UFO-nauts had our evening all worked out for us. I had, over the ‘phone to Maureen, described Paul’s car and told her where we would meet her, opposite the electricity sub-station, where the road widens, at about 8.30 ~ 9 p.m. We were early and it was not yet dark so we could see Maureen’s Holden station wagon when she arrived. She got out of her car and ran towards us saying she nearly “went off the road back there”. I suggested she tell me about it as we drove to the meeting place.
Before going further I should perhaps add, that as I entered her car, I had the odd feeling that something was amiss, I was experiencing a tingling sensation (like that of a mild electric shock), which passed off quite quickly. Maureen then told me that in the centre of the front seat, between where the two of us sat, had appeared an entity completely clad in a type of gold foil suit. As she turned to look in his direction, she was so startled she almost ran off the road, It was quite obvious she was quite shocked by the eventful drive…
By this time we had reached the ‘meeting place which was somewhat hidden from passing traffic by a few trees. We drew to a stop and Paul came to sit in the back seat of the station wagon while I stayed in the front with Maureen.
We were talking about the latest incident along the road, when suddenly, she grabbed my arm and pointed across her car, exclaiming: “There he is! Can’t you see him?” and she shook my arm saying that I must be able to – I tried to explain to her that it was like closed circuit television – from him to her.
She said he was coming closer to the car, in fact, so close that if I put my arm out I could possibly touch him. He was now standing almost beside the front headlight, so I asked Paul to take a little walk around the car. As he came to where the entity was standing, the entity moved back to allow Paul to pass between him and the car. At this point the entity beckoned to Maureen to follow him, but she adamantly declared that she would not. I told her I’d go with her and tried to gently ease her out the car door, but she hung onto the steering wheel and would not budge.
The entity then became impatient when she would not follow and she became a trifle upset, He apparently disappeared behind bushes and she suddenly commenced describing the interior of the UFO. She told us that the entity was standing there pointing to a large “mushroom” like object in the centre of a large circular room. The centre object, which was taller than an average person, was a little like jelly, moving all the time; there were lines like those of Roman numerals around the lower portion. The top of the “mushroom” had lines on it and the whole thing seemed fixed to the floor. She was apparently looking around the room and became very agitated at this point, crying, “I can’t get out! There are no doors or windows. I can’t get out!” I put my arm around her shoulders in an attempt to calm her, and could feel tears on my hand. She was really upset and as I clearly visualised what Maureen was describing, I decided to direct my thoughts to the entity; nothing to lose and maybe something to gain – as I was very concerned about Maureen’s state, I felt she may have had a nervous collapse or even a stroke. I silently requested he take pity on the poor girl and suddenly she said, “he wants me to close my eyes”. I replied that she should do so and almost immediately I felt her relax as if in a trance.
Again she began to describe the interior of the object and once again became agitated when she could see no way out of the vehicle. After a brief period she “came back to us” and we switched on the car’s interior lights and asked if she would care for a cup of tea from our thermos flask. I had just handed Maureen her cup when she said, “Oh, I’m back in there again”, and repeated the description, but this time somewhat more calmly, before stating, “he’s gone. This time he’s really gone. I can tell. It feels different”.
She now seemed quite normal, so we went on with our supper, discussing the “mushroom” and trying to identify it. I asked if it could have been a gyroscope, but Maureen was not apparently familiar with that term so “compass” was suggested. She picked off a little gadget from the dashboard of her car and to my amazement it was exactly what I had envisaged from her description of the “mushroom. A small compass on a suction cup. I had not seen one before or since.
We did not dare let her drive home alone, nor did she wish it, in case of a return visit from our ‘friend’, or nerves on her part. I drove in her car with her and Paul followed in his car. I believe it was between 10.30 and 11.00p.m. when we arrived at her home which was quite some distance away. We did not take particular note of the time, but it was fairly late.
Some thoughts on the third Puddy incident: –
1. Was I also able to communicate with the entity? Did he really receive my thoughts regarding her agitated state? If so, what thoughts can they receive from more important and ‘delicate’ situations than that particular one’? Can they transmit to us?
2. Have you ever watched a “fun” hypnotist at work? “When I snap my fingers, you will go into a deeper trance” etc. Was the second meeting (July 25th 1972) about which Maureen stated that while she was sitting in her car, just prior to the voice speaking to her, “that if you could be in a vacuum, then I have been in one” – such an incident? There was no sound, nothing moved, all was calm and quiet, then the voice delivered the message. Was this third incident due to the ‘snapping of the fingers’ when they urged her to act?
If this is so, how many people can they hypnotize, perhaps even in their sleep, so we react when “they” wish, whenever “they” ‘snap’ their fingers? I find this a very sobering thought.
Hipótesis
Eventos
Lanzamientos de cohetes (desde space.skyrocket.de)
- Sitio: Plesetsk (NIIP-53, GIK-1, GNIIP) (USSR / Russia) Vehículo: Kosmos-2 Carga útil: Kosmos 498 (DS-P1-Yu #55)
Investigación
Currículum
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