| ID | #1601998931 |
| Añadido | Mar, 06/10/2020 |
| Autor | July N. |
| Fuentes | APRO Bulletin, Vol. 23 No. 5 (Mar 1975)
Rick Kenyon, Robert Nantkes, Dr. Leo Sprinkle & Frank Bourke
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| Fenómenos | |
| Estado | Estudio
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Datos iniciales
El martes 29 de octubre de 1974, el Rawlins (Wyoming) Daily Times publicó un informe del Sr.
Rick Kenyon, profesor de dibujo en Rawlins public Schools, y Robert nantkes, asesor de rehabilitación ocupacional en Riverton (Wyoming), pasaron cuatro horas con el Sr. y la Sra. Higdon, sus hijos y varios familiares hablan sobre la experiencia de Higdon y sus reacciones a ella.
La técnica del péndulo y otros procedimientos hipnóticos se utilizaron para obtener más información del Sr. El Dr. Sprinkle no estaba satisfecho con los resultados y decidió continuar abordando el asunto en el futuro. El 17 de noviembre se celebró otra reunión y se recibió información adicional.
La experiencia del Sr. Hidgon es definitivamente extraña. Alrededor de las 4 pm, Higdon estaba cazando al sur de Rawlins cuando su "experiencia" comenzó a desarrollarse.
"Caminé por esa colina y vi 5 alces", dijo Higdon. "Levanté el rifle y disparé, pero la bala caminó solo 50 pies y cayó".
Se acercó, tomó la bala y la escondió en una bolsa de frasco.
"Escuché un ruido como el crujido de una rama y miré a mi derecha, y allí, a la sombra de los árboles, había un hombre así".
El "macho" medía 6 pies 2 pulgadas (187,9 cm) de alto y pesaba alrededor de 180 libras. Vestía un traje negro y zapatos negros y llevaba un cinturón con una estrella en el medio y un emblema amarillo debajo. Higdon también dijo que tiene piernas bastante torcidas, una cabeza inclinada y una barbilla faltante. Su cabello era delgado y caía directamente sobre su cabeza.
"El hombre", como dijo Higdon, le preguntó si tenía hambre, respondió afirmativamente y el hombre le arrojó varias (4) pastillas y tomó una. Las tabletas estaban en un contenedor muy similar al paquete "Dristan" (obviamente de tipo celofán, ya que dijo que era transparente). Puso el contenedor en el bolsillo. Higdon también dijo que no entiende por qué los tomó porque, por lo general, ni siquiera le gusta la aspirina.
Este " hombre "le dijo que era una píldora de" acción de cuatro días", obviamente para saciar el hambre. Higdon dijo que el hombre se llamaba a sí mismo "Ausso" y le preguntó al Sr. Higdon si quería ir con él, y Higdon respondió que lo había adivinado.
El hombre señaló un apéndice que salió de su manga y en ese momento el Sr. Higdon dijo que estaba en una cabina transparente junto con Ausso.
Estaba sentado en una silla con "vendas" en los brazos (obviamente sosteniéndolo en una silla que se parecía a un "asiento de cubo" con respaldo alto) y un casco en la cabeza, algo así como un casco de fútbol, excepto dos cables en la parte superior y dos en los lados que conducen hacia atrás a algo como una consola frente a su silla Higdon dijo que vio tres palancas de diferentes tamaños con letras y que "Ausso" manipuló.
El Sr. Higdon no entiende el Tamaño de la cabina. Dijo que había un espejo en la esquina superior derecha en el que podía ver el reflejo de cinco alces que parecían estar detrás de él en una "jaula" o corral. Todavía no se movían, como cuando los vio por primera vez antes de conocer a "Ausso". Pensó que la cabina tenía aproximadamente un Tamaño de 7× 7, y no podía tener en cuenta que había alces allí.
Cuando Ausso dirige su vástago hacia la palanca más grande, se hunde y la cabina se siente como si se estuviera moviendo. Después de que despegaron, Higdon dijo que vio un objeto con forma de pelota de baloncesto debajo de la cabina que confundió con el Suelo. Había otra criatura en la cabina que se había ido "simplemente desapareciendo" cuando aterrizaron. Ausso dijo que habían recorrido 163, 000 millas luz.
Fuera de la cabina había una enorme torre, de aproximadamente 90 pies (27 m) de altura, con una luz brillante que giraba, dijo Higdon, y escuchó un sonido similar al de una afeitadora eléctrica. La luz molestó mucho sus ojos y los cerró con las manos.
En el exterior de la torre se encontraban cinco personas similares a las personas: un hombre canoso de 40-50 años, una morena de 10-11 años, una rubia de 13-14 años y un joven de 17-18 años con cabello castaño y una rubia de 17-18 años. Estaban vestidos con ropa normal y parecían hablar entre ellos.
Ausso señaló con su" mano", y ellos (Ausso y Higdon) entraron en la torre y subieron en el Ascensor a una habitación donde estaba parado en una pequeña plataforma mientras el" escudo " avanzaba fuera de la pared. Ausso estaba del otro lado. El " escudo "parecía" de vidrio", se mantuvo frente a Higdon, que estimó que era de 3 o 4 minutos, y luego se movió de nuevo a la pared.
Ausso luego le dijo a Higdon que no era lo que necesitaban y que lo llevarían de vuelta. Los dos salieron de la habitación hacia el Ascensor y luego bajaron a la puerta principal. Parecía que todo lo que Ausso tenía que hacer era señalar su "mano", y se movieron sin esfuerzo.
Higdon luego se encontró de nuevo en la cabina con Ausso sosteniendo el arma. Dijo que el arma era primitiva y quería mantenerla, pero no se le permitió y se la devolvió a Higdon. Luego señaló la palanca más larga, y Higdon se encontró de pie en una pendiente. Su pierna golpeó una piedra y cayó, lesionándose el cuello, la cabeza y el hombro.
En ese momento, Higdon no sabía quién o dónde estaba, se levantó y pasó por su camioneta, que estaba de pie en el bosque en una carretera profunda.
Caminó por la carretera alrededor de una milla más allá del camión, luego regresó al camión y escuchó una voz femenina. Cuando se recuperó un poco, usó la Radio cívica para pedir ayuda. Le dijo a la mujer que no sabía quién era ni dónde. Las autoridades fueron notificadas y Higdon finalmente fue encontrado alrededor de las 23:30 de esa noche. Estaba aturdido y desconcertado y tuvo dificultades para reconocer a su esposa.
El equipo de búsqueda tuvo problemas significativos para recuperar el vehículo con tracción en las cuatro ruedas de Higdon (tuvo que ser remolcado ya que no podía conducir por un camino irregular).
Higdon fue trasladado al carbon County Memorial hospital en Rawlins a las 2:30 de la noche del día 26. Además de dolores en la cabeza, el cuello y el hombro, sus ojos estaban llenos de sangre. El sábado no tenía apetito y su esposa Margery tuvo que obligarlo a comer. Sin embargo, el domingo por la mañana tenía hambre y se quejaba del escaso Tamaño del Desayuno del hospital.
Básicamente, es el informe de Carl Higdon sobre el tiempo que pasó desde las 4:15 pm del 25 de octubre de 1974, cuando vio por primera vez a cinco alces hasta que llamó a la Radio CB.
Parte de la base de su historia se puede encontrar en el testimonio del equipo de búsqueda, que dijo que la camioneta de Higdon no podía entrar o salir del lugar donde fue descubierta. Además, se observaron luces no identificadas cerca del lugar donde se encontró Higdon antes de que los motores de búsqueda comenzaran a salir del área, por lo que las luces de los vehículos no pudieron explicar las luces no identificadas.
La bala que estaba gravemente mutilada (ver Foto) era solo una carcasa de cobre, faltaba una bala de plomo. Fue investigada por el Dr. Walter Walker, un consultor de APRO en metalurgia, que solo podía decir que había golpeado algo muy duro con gran fuerza. Higdon señala que una bala de calibre 7 mm es tan poderosa que puede atravesar completamente un poste de Teléfono estándar.
En conclusión, citaremos al Dr. Sprinkle de su primer (y preliminar) informe:
"Si bien la observación de un solo testigo OVNI a menudo es difícil de evaluar, la evidencia circunstancial respalda la conclusión preliminar de que Carl Higdon informa sinceramente sobre los eventos que ha experimentado. Espero que sea posible obtener más declaraciones de otras personas en apoyo de la declaración principal.
Una vez que la nieve se derrita, se intentará localizar la bala de plomo y, con suerte, esto podrá agregar algo a una historia muy misteriosa.»
Noticias originales
Artist’s conception of “Man” in the Higdon case.
Photograph (by Rick Kenyon) of the bullet described by Carl Higdon as the bullet which was fired at a bull elk, but which traveled 50-60 feet, went “splat,” and fell to the ground.
The Tuesday, October 29, 1974 issue of the Rawlins (Wyoming) Daily Times carried Mr. Carl Higdon’s account of his strange experience while elk-hunting on the north boundary of the Medicine Bow National Forest on the 25th of October.
On Saturday, November 2, Dr. R. Leo Sprinkle, APRO’s Consultant in Psychology, Mr. Rick Kenyon, an art teacher in the Public Schools of Rawlins and Mr. Robert Nantkes, Vocational Rehabilitation Counselor at Riverton, Wyoming, spent four hours with Mr. and Mrs. Higdon, their children and several relatives, talking about Higdon’s experience and their reactions to it. The pendulum technique and other hypnotic procedures were utilized to obtain more information from Mr. Higdon about his experience. Dr. Sprinkle was not satisfied with the results and decided to pursue the matter further at a future date. On November 17 another session was held and more information was obtained.
Mr. Hidgon’s experience is certainly strange, and might even be described as bizarre. At about 4 p.m. Higdon was hunting south of Rawlins when his “experience” began to unfold. “I walked over this hill and saw 5 elks,” Higdon said. “1 raised my rifle and fired, but the bullet only went about 50 feet and dropped.” He went over, got the bullet, and tucked it into a fold in his canteen pouch. ‘I heard a noise like a twig snapping, and looked over to my right and there in the shadow of the trees was this sort of man standing there.”
The “man” was 6’2″ tall and approximately 180 pounds. He was dressed in a black suit and black shoes and wore a belt with a star in the middle and a yellow emblem below it. Higdon also said he was quite bow-legged, had a slanted head, and no chin. His hair was thin and stood straight upon his head (see accompanying drawing).
The “man”, Higdon said, asked if he was hungry, he replied that he was and the man tossed him some (4) pills and he took one. The pills were in a container much like a “Dristan” package (apparently the cellophane type as he said it was transparent). He put the container in his pocket. Higdon also commented that he didn’t understand why he took them because ordinarily, he doesn’t even like to take an aspirin. The “man” had told him that the pills were “four-day” pills, apparently to slake his hunger. Higdon said the man called himself “Ausso” and asked Mr. Higdon if he’d like to go with him and Higdon replied that he guessed so. The man pointed an appendage that came out of his sleeve and at this juncture. Mr. Higdon said he found himself in a transparent cubicle along with Ausso. He was sitting in a chair with “bands” around his arms (apparently holding him in the chair which resembled a high-backed “bucket seat”) and a helmet-like apparatus on his head — somewhat like a football helmet except that it had two wires on top and two on the sides leading to the back. On a sort of console opposite his chair Higdon said he saw three levers of different sizes which had letters on them and which “Ausso” manipulated.
Mr. Higdon was very unclear on the size of the cubicle. He said there was a mirror on the upper right in which he could see the reflection of the five elk which seemed to be behind him in a “cage” or corral. They were still, not moving, just as they had been when he first spotted them before he encountered “Ausso”. He thought the cubicle was about 7×7 and couldn’t account for the elk being there also.
When Ausso pointed his appendage at the largest lever is moved down and the cubicle felt like it was moving. After they took off, Higdon said he saw a basketball-shaped object under the cubicle which he took to be the earth. There was another being in the cubicle who left, “just disappeared” when they landed. Ausso said that they had traveled 163,000 light miles.
Outside the cubicle, Higdon said, was a huge tower, perhaps 90 feet high with a brilliant, rotating light and he heard a sound like that made by an electric razor. The light bothered his eyes considerably and he put his hands over them.
Standing outside the tower were five human-appearing people — a gray-haired man of 40 or 50 years old, a brown-haired girl about 10 or 11, a blonde girl of 13 or 14, and a young man of 17 or 18 with brown hair and a blonde 17 or 18-year-old girl. They were dressed in ordinary clothing and appeared to be talking among themselves.
Ausso pointed his “hand” and they (Ausso and Higdon) moved into the tower and up an elevator to a room where he stood on a small platform and a “shield” moved out from the wall. Ausso was on the other side of it. The “shield” was “glassy” appearing, stayed in front of Higdon for what he estimated to be 3 or 4 minutes, then moved back in the wall.
Ausso then told Higdon he was not what they needed and they would take him back. The two moved out of the room to the elevator and then down to the main door. It seemed that all Ausso needed to do was to point his “hand” and they moved effortlessly.
Next, Higdon found himself back in the cubicle with Ausso, who was holding his gun. He said the gun was primitive and wanted to keep it but wasn’t allowed to and he gave it back to Higdon. Then he pointed at the longest lever and Higdon found himself standing on a slope. His foot struck a loose rock and he fell, hurting his neck and head and shoulder.
At this point, Higdon didn’t know who or where he was and got up and walked past his pick-up truck which was sitting in a wooded area on a road with deep ruts. He walked along the track about a mile past the truck, then came back to the truck and heard a woman’s voice. As he regained a little of his senses, he used the citizen’s band radio to call for help. He told the woman he didn’t know who he was or where. Authorities were notified and Higdon was eventually found about 11:30 that night. He was dazed and confused and had difficulty recognizing his wife. The search party had a considerable problem getting Higdon’s 2-wheel drive vehicle out (it had to be towed as it could not navigate the rough road).
Higdon was brought to the Carbon County Memorial Hospital in Rawlins at 2:30 a.m. on the 26th. Besides the sore head, neck, and shoulder, his eyes were extremely bloodshot and tore constantly. He had no appetite on Saturday and his wife Margery had to force him to eat. On Sunday morning, however, he was ravenous and complained about the meager size of the hospital breakfast.
This, essentially, is Carl Higdon’s account of his time from 4:15 p.m. on October 25th, 1974 when he first spotted the five elk until he called in on the CB radio.
Some foundation for his story is found in the testimony of the search party who said Higdon’s pickup truck could not have driven into or out of the area where it was found. Also, unidentified lights were seen near the area where Higdon was found before the searchers started driving out of the area so the lights of the vehicles could not have accounted for the unidentified lights.
The bullet which was greatly mangled (see photo) was only the copper jacket, the lead slug was missing. This jacket was examined by Dr. Walter Walker, APRO’s Consultant in Metallurgy who could only say that it had struck something extremely hard with great force. Higdon points out that the 7 mm bullet is so powerful it can completely transit a standard telephone pole.
Other interesting details which Higdon recalled during hypnotic sessions: Before Higdon was returned to the ground, Ausso pointed at the pocket where Higdon had put the pills and they floated out and up and remained suspended in the air. Ausso had only 6 teeth — three above and three below. He said that on his planet there were no fish, that he could not tolerate the sun’s rays as they burned him and that he was exploring and searching for food. He said they took animals back with them for breeding purposes. Last but not least, when the cubicle first took off, Ausso pointed at Higdon’s truck and it “just disappeared.”
In conclusion, we quote Dr. Sprinkle from his first (and preliminary) report: “Although the sighting of a single UFO witness often is difficult to evaluate, the indirect evidence supports the tentative conclusion that Carl Higdon is reporting sincerely the events which he experienced. Hopefully, further statements from other persons can be obtained to support the basic statement.”
After the snow melts, an attempt will be made to locate the lead slug from the bullet, and hopefully it will be able to add something to a very puzzling story.
Hipótesis
Eventos
Lanzamientos de cohetes (desde space.skyrocket.de)
- Sitio: Baikonur (Tyuratam, NIIP-5, GIK-5), Tyuratam (USSR / Russia) Vehículo: Soyuz-U Carga útil: Kosmos 691 (Zenit-4MK #32, Germes #32)
Investigación
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