| ID | #1674726904 |
| Añadido | Jue, 26/01/2023 |
| Autor | July N. |
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| Fenómenos | |
| Estado | Caso
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Datos iniciales
El criptozoólogo Scott White, de la International Snowman Society, habló con una anciana llamada Rita Swift, quien le contó una historia contada por su abuelo.
Su abuelo se llamaba George hoon, y a fines del siglo XIX trabajó como maquinista en un tren que navegaba a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y Canadá.
Una noche, mientras conducían a través de un bosque en algún lugar fuera de lo común, su tren se topó con algo en los rieles, y era algo tan grande que dañó el Cow Catcher, un dispositivo de barras de metal Unido a la parte delantera del tren. entrenarse.
A continuación su historia:
"Mi nombre es Rita Swift. Vivo en Orange Co. California. En 1945, mi abuelo George Hun me contó la historia de cómo su tren chocó contra un gran mono y dobló a un cazador de vacas en su tren.
Fue en la década de 1880, y fue el maquinista de un tren que circulaba a lo largo de las fronteras de los Estados Unidos y Canadá. Era de noche, y de repente su tren chocó contra algo, y detuvieron el tren porque korovolov estaba arrastrando los rieles.
Al principio pensaron que era un alce, pero cuando todos salieron con sus linternas, encontraron a este enorme mono apestoso colgado en una trampa. Solo tenían linternas para iluminar, y estaban en el bosque, prácticamente fuera de lo común.
Se necesitó una gran parte del equipo para levantarlo y sumergirlo en una plataforma abierta. Notaron que estaba arreglado de manera diferente a un mono gorila, y olía tan mal que el equipo los olía.
Lo dejaron en la plataforma porque le tomó al menos 2 horas enderezar el Enganche de la vaca. Es bueno que mi bisabuelo también fuera Herrero. Estaban al menos a 2 horas de la siguiente torre de agua y una especie de estación.
El asistente vio a los indios acechando en el bosque, pero pensó que habían desaparecido. Cuando estaban listos para zarpar, el equipo revisó al pasajero apestoso, pero no estaba allí.
Buscaron rastros y decidieron que los indios lo arrastraron al bosque y al otro lado del arroyo. Encontraron rastros y trozos de cabello y, por supuesto, el olor. Se lavaron en la corriente y estaban felices de deshacerse de él. El olor se mantuvo incluso en el vagón-plataforma.
Mi bisabuelo tomó trozos de cabello y se los dio a un médico conocido en Michigan. Todos ellos decidieron que la criatura había escapado de un circo o un intermedio. El bisabuelo pensó que tenía 8 pies de altura y pesaba al menos 500 libras.
Se necesitaron seis personas para descarrilarlo. Cuando mi hija era estudiante de la Universidad estatal de California en Fullerton en 1986, conocí a un profesor de antropología. La razón por la que estuve allí fue porque doné espadas de combate Indonesias a su Departamento.
Eran muy viejos y pertenecían a mi marido. Simplemente ya no me sentía cómodo cuando estaban en mi casa. Noté en su oficina que tenía información sobre una gran Pierna colgada en las paredes. Le conté esta historia y ella creyó que estaba documentada.
Mi abuelo dijo que el mono tenía una cara diferente a la que recordaba sobre el gorila. Dijo que los dientes eran como los de los humanos, pero muy anchos y grandes. El vello corporal era grueso de color marrón oscuro, con puntas claras, y los ojos eran grandes y oscuros. Dijo que estuvieron de acuerdo en que era un hombre debido a sus genitales.
Su abuelo continuó trabajando como ingeniero ferroviario en la línea Colorado-Wyoming hasta que se retiró en 1925. Estaba luchando contra los criminales con su escopeta de seis disparos desde la cabina. Tengo una foto de un Abuelo con una tripulación que se detuvo en EADS, Colorado, con un gran agujero de cañón en el costado del motor.
Fue en 1898 cuando algunos ladrones a caballo sacaron un viejo cañón confederado a lo largo de las pistas y dispararon al motor. La tripulación los condujo, pero dejó el tren dañado. Se dirigían a Durango con dinero bancario de Denver.
El abuelo nunca contaría historias que no fueran verdad. Era un devoto Metodista y rezaba tan fuerte cada noche que toda la casa podía escucharlo.
Era originario de Amish en Mercer, Pensilvania, pero se fue a luchar por la Unión durante la guerra Civil. Su padre no tomó su decisión y nunca regresó a Mercer Co. Nació en 1845 y murió en 1947 en Claremont, California".
Noticias originales
Cryptozoologist Scott White of the International Bigfoot Society spoke to an elderly woman named Rita Swift, who told him a story told by her grandfather.
Her grandfather’s name was George Huhn, and in the late 19th century he worked as an engineer on a train that ran along the US-Canada border.
One night, while they were passing through a forest somewhere in the middle of nowhere, their train hit something on the tracks and it was something so large that it damaged the cowcatcher – a device made of metal rods that was attached to the front of the train.
Below is her story:
“My name is Rita Swift. I live in Orange Co. California. In 1945, my grandfather George Huhn told me a story about the time his train hit a large Ape creature and bent the cow catcher on his train.
“This was in the 1880’s and he was an engineer on a train that ran along the borders of the US and Canada. It was night, and all of a sudden their train hit something and they stopped the train, because the cowcatcher was dragging on the tracks.
At first they thought it was a moose, but when they all got out with their lanterns, they discovered this huge smelly Ape, hung up in the catcher. They had only lanterns for light, and they were in the forest, basically in the middle of nowhere.
“It took most of the crew to pick it up and lift it into an open flat car. They noticed it was structured differently from a Gorilla of Ape, and smelled so bad, the crew got the smell on them.
“They left it on the flat car, because it took at least 2 hours to straighten out the cow catcher. Good thing my great grandfather was also a blacksmith. They were at least 2 hours from the next water tower and station of sorts.
“The break man noticed Indians sneaking around in the forest, but thought they had disappeared. When they were ready to go, the crew checked on their smelly passenger, but he was gone.
“They looked for tracks and decided the Indians had dragged it away into the forest and across a stream. They found the tracks and pieces of hair and of course the smell. They washed up in the stream and were glad to get rid of it. The smell had even remained in the flat car.
“My great grandfather took pieces of the hair back, and gave it to a doctor he knew in Michigan. They had all decided the creature had escaped from a circus or sideshow. Great grandfather thought it was 8 feet tall and weighed at least 500 lbs.
“It took six men to carry it off the tracks. When my daughter was a student at California State University at Fullerton in 1986, I met a Professor of Anthropology. The reason I was there, was I donated Indonesian Fighting Swords to her dept.
“They were very old and had belonged to my husband. I just didn’t feel comfortable having them in my home anymore. I noticed in her office she had information on the walls about Big Foot. I told her the story and she believed it was documented.
“My grandfather said the Ape had a different face than what he remembered of a Gorilla. He said the teeth were like humans, but extremely wide and large. The body hair was thick dark brown, with light tipping and the eyes were large and dark. He said they agreed it was a male because of it’s genitalia.
“Grandfather continued as a railroad engineer on the Colorado Wyoming line until he retired in 1925. He fought off outlaws with his six shooter from the cab. I have a photo of Grandfather with the crew, stopped in Eads, Colorado, with a large cannon hole in the side of the engine.
“This was in 1898, when some outlaws on horses pulled up an old Confederate cannon along the tracks, and fired at the engine. The crew chased them away, but left the train damaged. They were on their way to Durango carrying bank money from Denver.
“Grandfather would never tell stories that were not true. He was a devout Methodist, and said his prayers so loud every night, the whole house could hear him.
“He had originally come from Amish in Mercer, Co., Pa., but left to fight for the Union in the Civil War. His father did not accept his decision, and he never returned to Mercer Co. He was born in 1845 and died in 1947, in Claremont California.”
Hipótesis
Investigación
Currículum
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