| ID | #1605086742 |
| Añadido | Mié, 11/11/2020 |
| Autor | July N. |
| Fuentes | |
| Fenómenos | |
| Estado | Estudio
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Datos iniciales
Arlindo Gabriel dos Santos estaba cazando con dos amigos en una zona boscosa cuando se separó de otros dos hombres. En el claro, dos Santos vio un objeto que descendía hacia el Suelo.
El testigo se acercó a una distancia de 180 metros y notó que el objeto tenía la forma de una "cabina telefónica" de aproximadamente 1,5 metros de altura. Al parecer, el testigo llevaba consigo una cámara KODAK y pudo fotografiar el objeto, que de repente desapareció a la vista. Se acercó al lugar donde estaba la nave y de repente vio otro objeto descender.
Este otro objeto tenía la forma de una parte superior de juguete, un poco más grande que el objeto anterior, con una pequeña hélice en la parte superior y una protuberancia larga y puntiaguda en la parte inferior.
Cuando un testigo estaba de pie tratando de fotografiar este segundo objeto, escuchó un silbido y la nave de repente se envolvió en humo.
Al acercarse al humo, notó que otra nave descendía sobre su cabeza, era una nave en forma de barril de 1 metro de altura que se balanceaba sobre el Suelo y aterrizaba. En un extremo tenía una gran hélice cubierta con rayas rojas.
Después de caminar unos 10 metros hacia el objeto, de repente desapareció y vio un enorme objeto de color blanco en forma de huevo que descendía al Suelo. La nave en forma de huevo tenía un ápice puntiagudo y proyecciones en forma de aletas a cada lado. Junto a las aletas, el testigo vio varias ventanas. A medida que descendía, hacía un ruido horrible que se asemejaba a un motor, cuando bajaba al Suelo, soltaba cuatro patas como cápsulas de aterrizaje.
Cuando el testigo se acercó e intentó fotografiar el sujeto, de repente hubo un destello que lo cegó temporalmente, irritando sus ojos. Un testigo asustado dejó caer la cámara y corrió, pero después de unos 10 metros, de repente se detuvo, incapaz de moverse más, parecía que alguien lo había agarrado por detrás.
Mirando hacia atrás, vio a dos hombres con cascos con viseras y guantes. Detrás de la visera de cristal, vio rostros humanos. Agarraron a un testigo, cada uno con una mano. Les rogó que lo dejaran ir en nombre de Dios, pero recibió la siguiente respuesta:
"En el nombre de Dios, todos somos hermanos, no lastimamos a nadie".
La voz parecía provenir de una Caja como un aparato en sus espaldas.
Lo llevaron al objeto de aterrizaje. Cuando se acercó a él, sintió un frío intenso a su alrededor. Otra figura en el casco estaba de pie en la escalera de la nave, mirando a su alrededor, aparentemente de Servicio.
El hombre le preguntó a dos Santos si había visto algo que sonaba para el testigo como "Zurca", que creía que podría haber sido uno de los objetos más pequeños anteriores. Luego, el hombre extendió su mano enguantada y arrastró al testigo dentro de la nave a través de una puerta cuadrada. Dentro de la nave reinaba un ambiente agradable y fresco, el aire olía a "polvo de bebé". En la habitación, otros hombres estaban sentados en los asientos.
Describió a los humanoides como hombres vestidos con ropa oscura y ajustada. Los hombres tenían grandes ojos diagonales, narices delgadas y bocas grandes, y parecía que estaban controlando algún mecanismo desconocido.De repente, una mujer gorda con uniforme blanco, guantes pero sin casco salió de otra habitación. Un testigo la describió como hermosa, bronceada, con cabello largo y rubio y fino. La mujer y uno de los hombres lo llevaron al pasillo.
Luego entró en una habitación donde vio un objeto de forma cuadrada en el medio.
El hombre presionó un botón en la pared y el objeto se levantó. El objeto se parecía a una gran pieza de mármol. Luego, la mujer sacó un objeto largo, similar a una varita, y lo guió hacia el objeto. Luego, en el objeto, un testigo vio una imagen del planeta Tierra y otros planetas. En ese momento, el hombre se quitó el casco y el testigo vio que tenía el pelo rubio muy corto.
Cuando el testigo salió del objeto, se le dijo que cerrara los ojos y no mirara cuando el objeto se iba. Vio y no vio que el objeto se alejara.
Noticias originales
Arlindo Gabriel dos Santos was hunting with two friends in a wooded area when he became separated from the other two men. In a clearing, dos Santos saw an object descending towards the ground. The witness approached to within 180 meters and noticed that the object was shaped like a “telephone booth” about 1 meter ½ in height. Apparently the witness had been carrying his KODAK camera with him and was able to snap a picture of the object, which suddenly disappeared in plain sight. He walked over to where the craft had been and suddenly saw another object descend. This other object was shaped like a toy top a little larger than the previous object and with a small propeller like apparatus on top and a long pointy protrusion on its bottom.
As the witness stood attempting to photograph this second object he heard a whooshing sound and the craft was suddenly enveloped in smoke. Approaching closer to the smoke he noticed yet another craft descending overhead, it was a 1-meter tall barrel shaped craft that balanced itself above the ground then landed. It had a large propeller at one end and was covered with red stripes. After walking for about 10 meters towards the object, this one suddenly vanished and he saw a huge egg shaped, white colored object descend to the ground. The egg shaped craft had a pointy top, and fin-like protrusions on each side. Next to the fins the witness could see several windows. As it descended it emitted a horrible noise resembling a choking motor, as it descended to the ground, it projected 4-leg like landing pods.
As the witness approached and attempted to photograph the object there was a sudden flash that temporarily blinded him, irritating his eyes. Frightened the witness dropped the camera and ran, but after about 10 meters he suddenly stop, unable to move anymore, he felt as if someone was grabbing him from behind. As he looked behind him he noticed two men wearing helmets with visors and gloves. Behind the glass visor he could see human faces. They grabbed the witness, each grabbing one arm. He begged them to let him go in the name of God, but he received the following the answer, “In the name of God, we are all brothers, we don’t harm anybody.” The voice seemed to originate from a box like apparatus on their backs.
He was taken towards the landed object. As he neared it, he felt an intense cold around it. Another helmeted figure stood by a ladder from the craft, looking from side to side, apparently on guard duty. The man asked dos Santos if he had seen something that sounded to the witness like a “Zurca”, which he thought it could have been one of the previous smaller objects. The man than extended his gloved hand and pulled the witness inside the craft through a square door. Inside the craft the atmosphere was pleasant and cool and there was a smell of “baby powder” in the air. There were other men sitting around on seats in the room. He described the humanoids as man-like, wearing dark tight fitting outfits. The men had large slanted eyes, thin noses, and large mouths and they seemed to operating some type of unknown machinery. The men suddenly stood up and began conversing among themselves in an unknown language. Suddenly from out another room a heavyset woman came out, she wore a white uniform, gloves, but no helmet. The witness described her as good looking, tanned, with long light fine hair. The woman and one of the men then took him into a corridor. He then entered a room where he saw a square shape object in the middle.
The man pushed a button on the wall and the object rose up. The object resembled a large piece of marble. The woman then took out a long wand like object and pointed it at the object. On the object the witness then saw an image of the planet Earth and other planets. At this point the man the removed his helmet and the witness could see that he had very short light colored hair. When the witness exited the object he was told to cover his eyes and not to look as the object left. He did and did not see the object depart.
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16 maja 1979 roku w małym brazylijskim miasteczku Baependi doszło do zdarzenia, które do dziś pobudza wyobraźnię badaczy zjawisk UFO i miłośników teorii spiskowych. Choć z czasem liczne świadectwa i dowody zostały poddane w wątpliwość, historia ta pozostaje jednym z najbardziej fascynujących opisów rzekomego kontaktu z istotami pozaziemskimi.
Baependi to spokojne miejsce położone w stanie Minas Gerais w Brazylii. Dla wielu mieszkańców tego regionu życie płynie leniwie, a największymi wydarzeniami są lokalne festyny i święta. Nic więc dziwnego, że informacja o rzekomym kontakcie z obcymi szybko stała się tematem numer jeden w całym regionie.
Według relacji naocznych świadków, w tamtym dniu wieczorem na niebie pojawiły się jasne światła poruszające się w sposób, który nie przypominał ruchu żadnego znanego obiektu latającego. Światła te zbliżały się do ziemi, by w końcu wylądować na jednym z pól na obrzeżach Baependi. Z obiektu, który był opisywany jako "latający spodek", wyszły trzy postacie o ludzkiej sylwetce, ale o niezwykłym wyglądzie. Miały one srebrzystą skórę i duże, czarne oczy. Poruszały się w sposób unoszący, nie dotykając ziemi.
Wielu mieszkańców miasteczka, przyciągniętych widokiem niezidentyfikowanego obiektu latającego, zbliżyło się, aby zobaczyć, co się dzieje. Jednak postacie szybko wróciły do swojego pojazdu, który uniósł się w powietrze i zniknął w niewielkiej odległości.
Następnego dnia w miejscu, gdzie miał wylądować obiekt, znaleziono spalone trawy i dziwne znaki na ziemi. Wielu mieszkańców przyniosło do domu próbki tych traw w nadziei, że zostaną one zbadane i dostarczą odpowiedzi na pytania dotyczące tego, co się wydarzyło.
Informacja o tym niezwykłym zdarzeniu szybko rozeszła się po kraju. W Baependi zjawiło się wielu dziennikarzy, ufologów i badaczy zjawisk paranormalnych. W ciągu kilku dni miejscowość stała się centrum uwagi mediów. Różni eksperci przeprowadzili wywiady ze świadkami i zbierali próbki z miejsca lądowania.
Jednak z biegiem czasu pojawiały się coraz większe wątpliwości co do wiarygodności relacji świadków. Niektórzy z nich zmieniali swoje zeznania, inni przyznawali się do wymyślenia części informacji. Badania przeprowadzone na próbkach traw nie wykazały żadnych niezwykłych właściwości, które by potwierdzały obecność obiektu pozaziemskiego.
W ciągu kilku miesięcy zainteresowanie incydentem w Baependi zaczęło słabnąć. Media skupiły się na innych tematach, a mieszkańcy wrócili do swojego codziennego życia. Jednak dla wielu z nich to zdarzenie pozostanie na zawsze tajemnicą, której nie są w stanie w pełni zrozumieć.
Choć po latach wiele osób wątpi w autentyczność tego zdarzenia, dla wielu entuzjastów UFO incydent w Baependi pozostaje jednym z najbardziej przekonywujących dowodów na istnienie życia pozaziemskiego. Czy rzeczywiście doszło tam do kontaktu z obcymi? Czy był to jedynie dobrze przemyślany żart lub omyłka? Te pytania prawdopodobnie pozostaną bez odpowiedzi.
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Investigación
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