Yeti. Canadá

La misteriosa desaparición y el regreso de serefina Long, de 17 años, de Columbia Británica (Canadá), se convirtió en una de las historias más misteriosas y sorprendentes de su tiempo. En 1871, la niña fue al bosque de Mount Morris en busca de conos de cedro, pero nadie esperaba que desapareciera.

Serefina, que pertenece a una tribu India, fue considerada por las autoridades locales como una persona de segunda clase y, por lo tanto, nadie la buscó. Los camaradas tribales se lamentaron y pronto declararon muerta a la niña. Sin embargo, casi un año después, sucedió lo increíble: serefina regresó del bosque.

Según el testimonio de la propia niña, cuando estaba recogiendo protuberancias, de repente fue agarrada por una enorme mano peluda. Ella trató de gritar, pero se amordazó con su segunda mano peluda. La criatura, que se parecía a un enorme hombre salvaje, levantó a serefina en el aire y la llevó fácilmente a las profundidades de los matorrales.

"Estaba aterrorizada, resistí con todas mis fuerzas", recordó la secuestrada. "Yo era fuerte en ese momento, pero todos mis intentos fueron en vano. El hombre salvaje era tan fuerte como un oso joven. Me sostenía fácilmente debajo del brazo, y con la otra mano manchaba mis ojos con resina de madera para que no viera nada. Luego me levantó sobre su hombro y corrió. A pesar de mi horror, no pude evitar admirar su respiración fácil, su enorme fuerza y velocidad".

Después de un tiempo, llegaron a su refugio, una cueva en la ladera de la montaña, aunque la ubicación exacta de serefin no pudo determinarse, ya que estaba cegada por la resina. No fue hasta que fue arrojada groseramente al piso de piedra de la cueva y le quitaron el alquitrán de los ojos que serefina pudo ver su entorno.

"Me senté y vi que estaba en una gran cueva. El Suelo estaba cubierto de pieles de animales. La luz venía de un pequeño hogar en el medio. Cuando mis ojos se acostumbraron a la penumbra, noté que al lado del joven gigante que me llevó a la cueva había dos hombres salvajes, un hombre y una mujer. Parecían muy viejos, pero eran amigables. Más tarde supe que eran los padres del joven Sasquatch que me secuestró. Cuidaron bien mi alimentación alimentándome con raíces, pescado y carne", contó serefina.

Según la niña, durante todo el año de cautiverio, el Yeti la siguió de cerca y trató de nunca perderla de vista. Sin embargo, serefina no podía acostumbrarse a tal vida, porque su prometido esperaba en su pueblo. Se aburría mucho y, cuando aprendió un poco a hablar el idioma de los Sasquatch, comenzó a pedirles que la dejaran ir a casa. Pero cada vez que la rechazaban. De angustia y desesperación, cerefina se enfermó y decidió decirle a los sasquotch que moriría si no la dejaban ir a su aldea, donde un curandero de la tribu podría ayudarla.

Un día, después de un largo llanto, el joven Yeti tapó los ojos de la niña con resina, la llevó al bosque, señaló en dirección a su casa y se fue.

Esta historia sobre el secuestro y regreso de serefina fue contada por muchas Fuentes, y algunas de ellas afirmaron que la niña que regresó estaba embarazada. También se informó que después de un tiempo dio a luz a un niño que se rumorea que nació con múltiples deformidades y vivió solo unas pocas horas.

Serefina restableció su vínculo con su pueblo natal y regresó con sus seres queridos, quienes la recibieron con alegría y sorpresa. Su regreso causó conmoción y sentimientos encontrados entre los residentes que tenían dificultades para creer esta increíble historia.

Muchos especularon sobre el papel de Sasquatch en su desaparición, pero no se encontró evidencia. Algunos atribuyeron todo lo ocurrido a la historia ordinaria del secuestro, mientras que otros lo vieron como algo sobrenatural. Pero lo que le sucedió a Serefina durante su año de ausencia seguirá siendo un misterio.